El 11 diciembre 1934, la Liga Nacional votó para permitir jugar béisbol nocturno, autorizando un máximo de siete juegos para cualquier club que instale alumbrado. Ahí comenzó el béisbol su más alta revolución comercial.
La Liga Americana no garantizó el permiso para juegos de noche sino hasta 1937. Jugar de noche revolucionó el béisbol y le dio luz verde al mercado millonario de la televisión, donde se mueve hoy el gran dinero. John McGraw, bautizado en el mundillo del béisbol como “El Pequeño Napoleón”, era opuesto a que se jugara de noche, y el primer juego fue celebrado en Grandes Ligas un año después de su muerte el 25 de febrero de 1934. El primer juego nocturno fue en el Crosley Field, de Cincinnati, el 24 de mayo de 1935, los Rojos lograron el triunfo 2×1 sobre los Filis de Filadelfia.
(En la foto de este artículo se muestra el estadio iluminado por primera vez).
Exactamente 20,422 fanáticos asistieron al histórico partido. El Presidente Franklin D. Roosevelt, desde la Casa Blanca, oprimió el botón que encendió 363 bombillos que dieron luz al béisbol por primera vez.