Como suele ocurrir en todos los Clásicos, siempre dejan algo más que el simple partido. En el último, con la victoria del Real Madrid 2-1 ante el Barcelona, que dejó al cuadro merengue líder de La Liga, parece que algunas decisiones arbitrales molestaron a Gerard Piqué, defensor culé.
El central no jugó el partido, pero esto no le impidió que tras el término del mismo, se acercara a la terna arbitral (no sin antes dejarle su recado a Luka Modrić) y reclamarle.
Uno de los asistentes del FC Barcelona le intentó detener antes de caer en una discusión con el juez del compromiso Jesús Gil Manzano; sin embargo, éste no pudo y Piqué se encaró en una fuerte discusión con el principal.
Con el resultado del partido el Real Madrid es momentáneamente nuevo líder de La Liga con 66 puntos, los mismos que tienen el Atlético de Madrid, pero con un partido menos.
Gil Manzano había sustituido a última hora a Mateu Lahoz, quien en un principio estaba pautado como juez principal del compromiso, pero una lesión en un partido de Champions lo dejó sin poder arbitrar en este compromiso.