Usain Bolt es uno de los mejores deportistas de la historia. Ganó once títulos mundiales y ocho oros olímpicos como velocista. Además, posee los récords mundiales de los 100 y 200 metros lisos, y la carrera de relevos 4×100 con el equipo de Jamaica.
Debutó de manera profesional en el 2004 y se retiró en el 2017. Abandonó las pistas tras convertirse en uno de los siete atletas que en la historia han ganado títulos en las categorías juvenil, júnior y absoluta. Sus proezas en las pruebas de velocidad le permitieron ser reconocido como el “Atleta del Año” por parte de la IAAF, y la revista ‘Track and Field’, así como el premio Laureus.
El éxito, los récords y la admiración fueron el común denominador en la carrera de Usain Bolt. Sin embargo, no todo fue alegría. Los fracasos, las lesiones y la fama también tuvieron lugar en su vida. Su historia es un verdadero ejemplo de que no basta con el talento para llegar a la cima. Si quieres ser el mejor debes entrenar duro, levantarte cuando caigas y superarte todos los días.