Europa is ‘blue’. El Chelsea se coronó campeón de la Champions para gloria de su técnico, Thomas Tuchel, que en unos meses ha convertido a un equipo deprimido con Lampard en uno brillantemente señalado como el mejor del continente.
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— Chelsea FC Español, LOS CAMPEONES DE EUROPA (@ChelseaFC_Sp) May 29, 2021
Un español, César Azpilicueta, levantó al cielo de Oporto un título que corona a los de Abramovich y vuelve a rodear de decepción a Guardiola en su intento por ganar esta competición. Para semejante gesta, Tuchel ha dejado por el camino a Simeone, Zidane y le propio Pep. Casi nada.
En la pizarra de O Dragao triunfó el alemán sobre el español, no hay duda. Guardiola sorprendió al no poner ni un mediocentro ni a un delantero. Lo de prescindir del nueve lo venía usando; lo de jugar sin hombre ancla fue un riesgo, sobre todo ante un Chelsea arrollador a la contra. Su idea de ahogar desde la presión, con Foden más centrado, como en la segunda parte en París, no redujo los devastadores ataques al espacio del Chelsea. Tuchel juntó a Havertz con Werner, lo que permitió que cada salida fuera como una estampida.
Cualquier delantero con un mínimo grado de inspiración hubiera aprovechado los errores de Stones, tierno como no se le había visto esta temporada, pero Werner está para agitar y no para mirar demasiado a portería.
Las dos veces que lo hizo reflejó una desconfianza alarmante. No se puede jugar con esa falta de convicción una final de Champions.
El City no encontraba a De Bruyne, olvidado a su suerte en el dibujo, y apenas llegó una vez con peligro con un balón largo de Ederson a Sterling, la novedad principal de Guardiola y al mismo tiempo la mayor decepción.
En el combate entre combinación y empuje, fue ganando sin duda lo segundo, aquello que con Tuchel ha caracterizado al Chelsea. Las vigilancias atrás estaban controladas, incluso sin Thiago Silva, que cayó lesionado, y en cualquier martillazo podía aturdir el equipo de Tuchel a un City sin mapa.