A medida que se acerca el cierre de la temporada, ya se empiezan a escuchar rumores sobre el futuro de muchos futbolistas.
En algunos casos las cosas parecen claras, como por ejemplo, los rumores que vinculan a Erling Haaland a los grandes de Europa. En alguno recaerá. Al igual que el defensor del Bayern de Munich David Alaba, quien anunció que no seguirá en el conjunto bávaro al terminar la temporada.
Caso contrario ocurre con el futuro del delantero español Álvaro Morata. No se sabe lo que tiene pensado hacer la Juventus con él o si volvería al Atlético de Madrid.
Y esto tiene pinta de volverse toda una novela, de las que suelen armarse, durante el mercado de pases de invierno.
Actualmente Morata está cedido en el equipo italiano, y de ellos depende decidir si alargar el préstamo o pagar la opción de compra. En caso de la primera opción serían unos 10 millones de euros, mientras que si deciden hacerse con la ficha del jugador tendrían que pagar 45 millones.
Como reporta Marca, dos opciones que parecían las lógicas con el rendimiento del 9 en su regreso a Turín. 16 goles y 12 asistencias hablan de una temporada a buen nivel de la punta…. pese a que desde Italia se está apuntando a la opción de no querer ni una nueva cesión ni pagar esa cláusula para quedarse con el delantero. El motivo, el mal momento económico de un conjunto que está haciendo una de sus peores temporadas en muchos años.
Sea como fuere, la realidad es que el Atlético no ha recibido comunicación de la Juventus para informarle de si ejercerá una de las dos opciones que tiene de cara al futuro del internacional español. Los rojiblancos, en ese sentido, esperan que los italianos se pronuncien sobre un futbolista que no salió bien de la entidad el pasado verano, al forzar su marcha tras no acabar contento con su rol en el equipo.
COMPLICADO REGRESO
De hecho, en su último partido como jugador del Atlético tuvo un roce con Simeone por su suplencia ante el Leipzig en Lisboa. Llegaba como máximo goleador de la temporada y no entendió su suplencia en favor de un Diego Costa que había sido menos efectivo que él. Algo que provocó un choque entre jugador y técnico que acabó con Morata pidiendo su salida.