La selección japonesa, de la mano de Takefusa Kubo, sorprendió a México, desarbolada por la velocidad y la disciplina del anfitrión, en el compromiso de la segunda jornada del grupo A, que deja en el aire el futuro en el torneo del conjunto que dirige Jaime Arturo Lozano.
Japón dejó más que encarrilado el partido antes del cuarto de hora inicial, cuando marcó sus dos goles. Después supo controlar el intento de reacción de su rival que solo pudo acortar las distancias a cinco minutos del final.
Tras unos primeros compases en los que México encaró la portería japonesa con cierto peligro, llegó el primer mazazo japonés, en el minuto 6, cuando Takefusa Kubo, el futbolista del Real Madrid, culminó una combinación con un potente lanzamiento que entró junto al poste izquierdo de Guillermo Ochoa.