Lionel Messi es un futbolista sin club. Tan simple y tan claro. Llegado el primero de julio, expiró su contrato con el Barcelona sin que se hiciera oficial su renovación. Además, veinte años (exactamente 7 mil 504 días) después de que firmase en una servilleta de papel su primera relación con el club azulgrana. Ahora no está atado a nadie.
“Estamos haciendo todos los esfuerzos que podemos para que se quede… Hay que encajarlo en el ‘fair play’ financiero y aunque me gustaría decir que Leo se queda, en estos momentos no puedo porque estamos en el proceso de encontrar la mejor solución”, advirtió Joan Laporta en declaraciones a Onda Cero esta misma noche, admitiendo que la solución definitiva sigue sin ser una realidad.
“Básicamente es un tema de ‘fair play’ financiero”, solventó el presidente del Barcelona, que ha visto como todos sus deseos proclamados en los últimos meses. Incluso en las últimas semanas cuando propuso hasta tres fechas ideales para cerrar el asunto, quedaron en nada y terminó la temporada sin que se pudiera anunciar oficialmente la continuidad del crack argentino.