En Sapporo, lugar talismán para España desde que en 1972 Paquito Fernández Ochoa lograra la primera medalla en unos Juegos Olímpicos de Invierno, el combinado nacional no pudo imitar al genio de Cercedilla con su slalom y terminó tropezando ante los palos que impusieron los egipcios. Los de Luis de la Fuente se estrenaron con empate en un encuentro que pudo decidirse con un cabezazo de Rafa Mir a falta de tres minutos para el final.
No tuvo un inicio fácil España en estos Juegos Olímpicos. La ilusión que había por comenzar la competición sufrió un duro golpe en el primer acto del partido ante Egipto en forma de lesiones. Ni más ni menos que la de Ceballos y la de Mingueza. El utrerano tras una fortísima entrada en el tobillo que debió de significar la roja para Taher y el catalán por una problema muscular al cortar la contra de Egipto.
Hasta que llegaron las lesiones- después también, la verdad- España fue dueño y señor del partido. Minimizó cualquier contra de un equipo africano que prácticamente renunciaba a jugar y sólo veía a Unai Simón desde la distancia y tenía el esférico en campo rival.