(…) A pesar del sofocante calor, cientos de ciudadanos esperaron en los parques, las calles y puentes que rodean el emblemático edificio metropolitano de Tokio donde un escuadrón de las Fuerzas de Autodefensa dio la bienvenida a la antorcha olímpica con acrobacias aéreas de color amarillo, negro, azul, rojo y verde.
(…) Cientos de japoneses llegados de todo el país y organizados en grupos también tomaron las inmediaciones del ayuntamiento, protestando por la llegada de la antorcha y la celebración de los Juegos Olímpicos.
(…) “Cancelen las Olimpiadas”, gritaban subidos en tarimas o furgonetas y rodeados de policías impasibles. El acceso al ayuntamiento, vallado, impedía ver la llegada de la antorcha, un símbolo que ha recorrido el archipiélago durante cuatro meses casi a escondidas.