Hay verdades universales. La gravedad. Los movimientos de traslación y rotación de la tierra. La inminencia de la muerte. Y que Estados Unidos es la gran potencia deportiva global. El círculo virtuoso de un sistema que liga directamente la actividad física con la tensión competitiva, la investigación científica y la academia, aunado a una contextual cultura del deporte como entretenimiento y constructo social, explica los notorios desempeños de los atletas estadounidenses en cualquier ámbito lo largo de los tiempos. El deporte es educación y la educación es excelencia.
Los cimientos están solidificados desde la inmensa masa social que ingresa a los programas deportivos que ofrecen las comunidades, las escuelas, las universidades. Según un estudio elaborado por la ONG Physical Activity Council en 2019, 218.5 millones de personas (casi el 66% de la población total del país) realizan algún tipo de actividad física, tanto por pasatiempo como por oficio profesional; la tesis fue patrocinada por organizaciones como United States Tennis Association y Sports and Fitness Industry Association. En 2019, la NFSHSA (Federación Nacional de Asociaciones de Preparatorias Estatales, por sus siglas en inglés) registró 7,937,491 participantes en sus equipos deportivos; las pruebas de pista y campo en exteriores son las que atraen a más alumnos (1,093,621).
Además, el último reporte anual de la NCAA (National Collegiate Athletic Association), reveló que 505,233 estudiantes estaban inscritos en los representativos oficiales de sus instituciones en 30 disciplinas.
Los deportes más practicados en EE. UU::