Este viernes el mundo fue testigo, solo a través de las cámaras, de una inauguración de los Juegos Olímpicos Tokio 2020 sin gente en el estadio olímpico debido a las medidas que se tomaron por la pandemia de covid. Fue una ceremonia atípica, pero hubo algo que la hizo única al mismo tiempo: el cielo de la ciudad nipona se iluminó con 1800 drones que formaron un globo terráqueo.
La hazaña tecnológica es inherente al pueblo japonés y la apertura de sus Juegos Olímpicos no podían decepcionar. Pero las imágenes que se lograron captar simplemente quedarán para la posteridad.
Como si se tratase de una luna creciente, que competía con el satélite natural que estaba casi llena, los drones se conjuntaron para ir formando los continentes y subir hasta ser perceptible en toda la ciudad.