La medicina y su rama neurológica, han avanzado mucho en las últimas décadas. Se ha podido estudiar mejor y conocer los efectos de ciertos traumas y dejar en claro fenómenos que antes carecían de explicación.
Neurólogos y otros científicos conocen, por ejemplo, el síndrome de “estar aturdido”, que se traduce en dificultad para expresarse, trastornos mentales y mala memoria. Autopsias hechas a ex boxeadores y atletas de otros deportes de contacto, muestran que los daños en cerebros de boxeadores y luchadores pueden ser similares a los pacientes con demencia senil.
En el Royal Hospital de Londres, Inglaterra, los neurólogos descubrieron lesiones vasculares irreversibles en el cerebro de los luchadores más jóvenes. Fueron producto de los golpes en la cabeza.