En una polémica pelea en el Estadio Jalisco para despedir al gran campeón del boxeo mexicano, Julio César Chávez Jr. perdió frente a Anderson Silva, peleador brasileño de artes marciales mixtas, por decisión dividida tomada por los tres jueces.
La afición no sabía qué esperar durante esta batalla pactada a ocho rounds, pues la formación luchística de ambos es muy diferente: mientras uno está acostumbrado a sólo golpear con los puños, el otro debía eliminar su instinto de utilizar todas las extensiones de su cuerpo para atacar.
Durante los primeros dos episodios, “Spider” Silva comenzó a reconocer el ring y modo de pelea de su contrincante. Con movimientos rápidos, nervioso y sin conectar los mejores golpes, el brasileño se dedicó a soportar los embates de Chávez Jr. para estudiarlo.