El 7 de septiembre de 1896, un coche eléctrico construido por la Riker Electric Motor Company consiguió vencer en la primera carrera de automóviles llevada a cabo Estados Unidos, que tuvo lugar en el Narragansett Trotting Park (un óvalo de tierra de una milla diseñado para carreras de caballos) en Cranston, Rhode Island.
Este evento tenía el objetivo de que las compañías dieran a conocer sus vehículos al gran público, estrategia que por cierto tuvo un gran éxito: más de 60.000 personas asistieron a la carrera, y cientos de miles leyeron sobre ella en los periódicos de la época. En ese momento todavía no existía una tecnología dominante, por lo que los pioneros se las ingeniaban para desarrollar sus vehículos siguiendo los métodos que consideraran oportunos. Así, en la carrera se alinearon coches eléctricos, de gasolina y de vapor.
En total, hubo siete modelos participantes. Junto al Riker Electric había cinco coches de combustión y otro a baterías, siendo este último obra de la Electric Carriage and Wagon Company. La carrera comenzó con la lentitud característica de los vehículos de la época («¡Conseguidos un caballo!» gritaba el público), pero rápidamente el Riker se adelantó y ganó la carrera con facilidad, terminando las cinco vueltas en unos 15 minutos. El otro coche eléctrico quedó en segunda posición.
Esta carrera en Narragansett Trotting Park fue solo el pistoletazo de salida a las competiciones de automóviles en Estados Unidos, pues atrajo a tantos espectadores que las ciudades de todo el estado pronto comenzaron a construir sus propios óvalos de tierra para ver competir a los automóviles de la época.
Un modelo híbrido original, reconstruido, de la misma fecha del Riker Electric que ganó la carrera.