Simone Biles reveló que de su decisión de retirarse de la final del equipo de gimnasia del equipo de EE .UU. y la posibilidad de una primera medalla de oro, dependía de su salud mental y de perder la fe en su capacidad como gimnasta de clase mundial.
Los observadores dentro del Centro de Gimnasia Ariake y en todo el mundo se quedaron atónitos cuando la cuatro veces medallista de oro olímpica quedó fuera de combate, después de juzgar mal su salto en la primera rotación. Biles que iba camino de un récord de seis oros en gimnasia, desapareció detrás del escenario con un entrenador, antes de regresar para informar a sus compañeros Grace McCallum, Jordan Chiles y Sunisa Lee que tendrían que seguir sin ella, haciéndolas llorar.
El trío sin experiencia empujó al Comité Olímpico Ruso hasta el final antes de tener que conformarse con la plata, perdiendo 3.432 puntos. Estados Unidos había ganado los dos oros anteriores en 2012 y 2016.
“No confío tanto en mí misma como antes”, dijo una emocionada Biles. “No sé si es la edad y estoy un poco más nerviosa cuando hago gimnasia.